EL GEOCENTRISMO COMO SIMBOLO DE FE

De Platón a Aristóteles

Los valores del cristianismo se desarrollaron después del comienzo de la era cristiana, y la concepción del universo cristiano se apoyó  en las ideas del momento,  o sea las ideas de Aristóteles.   Al igual que Platón, Aristóteles creía en un cosmos eterno finito y sin principio ni fin. El campo astronómico adelantó los primeros argumentos sólidos contra la tradicional teoría de la Tierra plana. Elaboró también un modelo propio del Universo que se fundamentaba en el sistema geocéntrico propuesto por  el matemático y astrónomo Eudoxo de Cnido (408-355 a.C.) conocido como el modelo de de las esferas homocéntricas. El modelo de Eudoxo tiene un centro común, que es la Tierra, inmóvil en el centro del Universo y todas las esferas concéntricas con la Tierra. La esfera mayor, contiene tachonadas en ella las estrellas fijas (es la primera percepción que tenemos al mirar el cielo en una noche estrellada). 

Por otra parte están los planetas (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno) que tienen la apariencia de estrellas pero no están fijas en el cielo. En aquellos tiempos se los clasificaba como estrellas errantes, cada uno de ellos se movían en una esfera. Otras dos esferas fueron asignadas al Sol y a la Luna. En total ademas de la esfera principal que contiene las estrellas fijas hacia siete más de dimensiones crecientes desde la más interna a la más externa. El modelo incluía también otra esferas adicionales responsables de los epiciclos de cada cuerpo celeste.  fueron en total 34 esferas. Aristoteles agrega otras esferas llegando a un total de 54. En fin, el modelo era geométrico y aparentemente las causas físicas no interesaban demasiado [Arthur Koestler 1981, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Mexico.]

Ademas en su obra de física Aristóteles explicó el movimiento de los cuerpos cuya teoría se aparta radicalmente de los resultados obtenidos posteriormente por Galileo primero y por Newton después. Respecto a las estrellas fijas sugiere que la esfera que las contiene estaba provista de un motor primario, que lo relaciona con una deidad (probablemente Zeus). La deidad es la causa externa, más bien la influencia del movimiento, de carácter  eterno.  Todo lo que está en movimiento debe ser movido por algo, si no es auto-movido es movido por otro. Pero como  nada puede ser auto-movido, entonces es movido por la deidad, el  motor primario. Así proporcionó una explicación para el movimiento aparente de las "estrellas fijas" ahora entendidas como causa de la rotación diaria de la Tierra.

En relación a los planetas Aristóteles explicó que sus respectivas esferas también poseen motores que inspiran sus movimientos. Estos no son diferentes en su clase del motor primario, pero sufren una dependencia de relación con este, los movimientos de los planetas (debido a sus respectivos motores)  están subordinados al movimiento inspirado por el motor primario, como dije antes, el responsable también de mover la esfera de las estrellas fijas.

 

Otra concepción que caracteriza las ideas de Aristóteles es que rechazaba totalmente el infinito. Su concepción implicaba que un  universo finito debe abarcar no sólo la física, sino también a la matemática, sin ninguna concesión a la imaginación: en las matemáticas de Aristóteles no hay conjuntos de elementos infinitos, ni líneas de longitud infinita. Mas aún, ni siquiera hay líneas infinitamente extendidas o curvas con rumbo al infinito. 

El Cristianismo

Todas estas ideas del universo finito, geocéntrico, y movimientos inspirados por una deidad, mas que una propuesta cosmológica, para la iglesia de la edad media fue la afirmación teológica. 

Desde el siglo II en adelante, los credos occidentales comenzaron a afirmar la creencia que "Dios Todopoderoso" es el creador del Universo, la referencia principal de esta frase fue "Dios en su capacidad de Padre y creador del universo". El Padre eterno era también el padre de Jesús, y adoptaba al creyente como su hijo por gracia [1]. 

San agustin quien se retracta de sus pecados de juventud es quien dice probar la existencia de Dios, utilizando ideas de Platon. Luego Tomas de Aquino modifica algunas ideas Aristotélicas haciendo énfasis también en la demostración de la existencia de Dios [2] [3]. Esto ayudo a la expansión de la religión cristiana, así los misioneros tuvieron argumentos para defenderla ante las disidencia de la doctrina del Islam y del Judaísmo. 

Fue tan grande la influencia católica en el desarrollo del conocimiento, que la ciencia se estancó durante 1500 años. El modelo matemático del  movimiento planetario desarrollado por Tolomeo constituyó una confirmación científica del antropocentrismo; doctrina en la que sitúa al ser humano, la criatura creada por Dios, como la medida y centro de todas las cosas. En la cosmología católica el Sol y los planetas se mueven alrededor de la Tierra.

Durante la Edad Media los astrónomos católicos y musulmanes se ocuparon del calendario, motivados para llegar un acuerdo en el festejo de la fecha de resurrección. Estos estudios lograron hacer reformas importantes en el calendario que culmina con el calendario Gregoriano introducido en octubre de 1582 por el papa Gregorio XIII. El calendario gregoriano es que se utilizamos hoy. 

La iglesia católica en el siglo XVII era un aspecto importante de la vida europea, pero la Reforma protestante encabezada por Martin Lutero, había generado cierta desconfianza de la Iglesia en los conceptos que las personas promovían y que podían tener un efecto negativo en su contra. Para su protección la iglesia estableció  el  Santo Oficio, mas comúnmente conocido como la Inquisición. El Santo Oficio tenía una sucursal en todos los países dominados por católicos para investigar enseñanzas potencialmente peligrosas. 

El caso más dramático en la historia de la ciencia es la condena a Giordano Bruno, quien no era astrónomo pero como  filosofo se ocupaba del pluralismo cósmico. Propuso que las estrellas eran soles distantes rodeados por sus propios planetas, y planteó la posibilidad de que estos planetas pudieran albergar su propia vida. Bruno también insistió en que el universo es infinito y no podría tener centro. Los escritos de Bruno y su estilo de vida extravagante no eran bien visto por las autoridades eclesiásticas. A principios de la década de 1590 Bruno fue a Roma con la esperanza de que un papa más liberal discutiera sus ideas. 

El cardenal Roberto Belarmini (1542, 1644 dC) quien fuera un importante teólogo de la iglesia católica, era amante de las artes y en su juventud había disertado sobre astronomía.  Después de su nombramiento como cardenal, el papa Clemente VIII lo nombró inquisidor. El cardenal Bellarmine  se desempeñó como uno de los jueces en el juicio de Giordano Bruno. Fue sentenciado a morir en la hoguera, el 17 de febrero de 1600. Todas las obras de Bruno se colocaron en el Index “Librorum Prohibitorum”  en 1603. Los cardenales de la inquisición que juzgaron a Giordano Bruno, entre otros  fueron el Cardenal Camillo Borghese (posteriormente Papa Paul V) y el cardenal  Bellarmine.

A partir de 1593, Bruno fue juzgado por herejía por la Inquisición romana por cargos de negación de varias doctrinas católicas básicas. Incluida la Trinidad, la divinidad de Cristo y la virginidad de María.  La Inquisición lo encontró culpable, y fue quemado en la hoguera en el Campo de Fiori de Roma en 1600. Quien estaba a cargo del santo oficio era el cardenal Roberto Bellarmine, él que  después  sucede a Paul V con el nombre de Gregorio XV en 1623.

La trágica muerte de Bruno hizo que ganara una considerable fama entre los intelectuales, siendo especialmente celebrado por comentaristas del siglo 19 y principios del 20, quienes  lo consideraron un mártir por la ciencia. El caso de Bruno se considera un hito en la historia del pensamiento libre y las ciencias emergentes.

Galileo Galilei

En aquella época había tres sistemas astronómicos; dos de ellos eran geocéntrico, situaban a la Tierra en el centro del Cosmos conocido; uno era  el de Aristóteles y Tolomeo, en el que los planetas y el Sol giran alrededor de la Tierra. El segundo era el modelo del astrónomo protestante danés Tico Brahe en el cual el Sol gira en torno a la Tierra y los planetas en torno al Sol. El tercero de los sistemas era el heliocéntrico de Copérnico en el que los planetas y la Tierra giran alrededor del Sol. 

Galileo defendía la teoría de Copérnico, cuyo modelo era esencialmente simple frente al modelo de Tolomeo, porque eliminaba los epicíclos, pero aun así la mayoría de los astrónomos no estaban convencidos de la gran distancia de las estrellas que la teoría copernicana requería para explicar la ausencia de cambios de paralaje observables. Esta fue la razón principal por la qué Tico Brahe se negó a adoptar el modelo de Copérnico.

El nuevo concepto planetario, que se contraponía al de Tolomeo, atentaba contra la fe de la creación. La iglesia no defendía solamente las ideas de Tolomeo. Se defendía a sí misma sosteniendo la doctrina cristiana del mundo. 

La primera  publicación de Galileo fue censurada después de haberse publicado,  en consecuencia tuvo un llamado de atención por parte del inquisidor, el cardenal Roberto Bellarmine. Como este se interesaba en astronomía fue benigno con Galileo, se hicieron amigos y mantenían muchas conversaciones acerca del universo. En 1616, por orden de Pablo V, el cardenal Bellarmine convocó a Galileo, le notificó un decreto de la Congregación que condenaba la doctrina sobre la movilidad de la Tierra y la inmovilidad del Sol, y le ordenó que la abandonara. Galileo aceptó hacerlo.

Seis años mas tarde, después que Bellarmine  fue nombrado  papa, adoptando el nombre de Gregorio XV, Galileo tiene casi terminada la segunda publicación, la obras más importante que se conoce. Se apresuró ir a Roma con la esperanza de que se levantara la prohibición de 1616, y aunque el nuevo papa no revocó las órdenes, lo animó a Galileo para que la publicara. 

Así, Galileo, finalmente completa su obra el 24 de diciembre de 1629. Después de un poco de retraso, el libro fue aprobado tanto por el censor local en Florencia como por el censor principal del Vaticano en Roma y finalmente Fue impreso en febrero de 1632. La obra despertó el interés de los intelectuales europeos y también  la desconfianza de la Iglesia católica, que hasta entonces había encontrado en Tolomeo una confirmación científica del antropocentrismo (la criatura creada por Dios está en e centro del Universo). La publicación de  Galileo  “Discurso sobre dos nuevas ciencias”,  es un debate entre tres amigos sobre los modelos copernicano y tolemaico.  Ellos son: Salviati, un defensor de Copérnico, domina el libro, Sagredo es inteligente pero muy desinformado, y  Simplicio un defensor deprimente de Tolomeo que de hecho no parece muy brillante.

La publicación creó una gran cantidad de controversia. La inquisición lo censuro, pero ya casi se habían agotado por las ventas. El libro era una clara defensa de Copérnico e intencionalmente o no, Galileo ridiculiza al Papa Gregorio XV.  A Gregorio le gustaba argumentar que, como Dios era omnipotente, él podía construir el universo en cualquier forma mientras nos hacía parecer que tenía una forma diferente y, por lo tanto, no podíamos deducir su verdadera naturaleza por mera observación. Galileo colocó el argumento del Papa en la boca de Simplicio, y los enemigos de Galileo mostraron esto al Papa como un ejemplo de la falta de respeto de Galileo. Así el papa ordenó a Galileo que se enfrentara a la Inquisición.

El juicio de Galileo no fue sobre el lugar de la tierra, no se trataba del copernicanismo, tampoco se trataba de las instrucciones que recibió Galileo en 1616. Se trataba del nacimiento de la ciencia moderna como una forma racional de entender nuestro universo. La comisión nombrada por John Paul II en 1979, que presentó sus conclusiones en octubre de 1992, dijo a los inquisidores de Galileo: “Este error subjetivo de juicio, tan claro para nosotros hoy, los llevó a una medida disciplinaria de la que Galileo tuvo mucho que sufrir”.

El interés en el asunto de Galileo se revivió a principios del siglo XIX, cuando los polémicos protestantes lo usaron (y otros eventos como la Inquisición española y el mito de la tierra plana) para atacar el catolicismo romano. El interés en él ha crecido y menguado desde entonces.

En 1939, el Papa Pío XII, en su primer discurso a la Academia Pontificia de Ciencias, a pocos meses de su elección al papado, describió a Galileo como uno de los "más audaces héroes de la investigación [4]. Su consejero de cerca de 40 años, el profesor Robert Leiber, escribió: "Pío XII tuvo mucho cuidado de no cerrar prematuramente ninguna puerta (a la ciencia), se mostró enérgico en este punto y lamentó el caso de Galileo"

El 31 de octubre de 1992 Juan Pablo II pidió perdón por la condena injusta de Galileo Galilei y reivindica al filósofo y matemático de Pisa, por haber afirmado que la Tierra orbita alrededor del Sol. Galileo llegó a abjurar de sus ideas y pese a ello fue condenado.

El 21 de diciembre del 2008 , el Papa Benedicto XVI rindió homenaje al astrónomo del siglo XVII Galileo Galilei, cuyas teorías científicas habían causado la ira de la Iglesia Católica [5].

Referencias

 

[1] Kelly, J.N.D. Early Christian Creeds Longmans:1960, p.136; p.139; p.195 respectively.

[2] Edward Fesser, 2018, Five proofs of the existence of God, Ignatiuks Press San Francisco.

[3] Edward Fesser,  2009. Aquinas, One World Oxford.

[4]Robert Leiber, Pius XII Stimmen der Zeit, November 1958 in Pius XII. Sagt, Frankfurt, p. 411.

[5] BBC News;"Pope praises Galileo's astronomy". 2008-12-21. 

 

© J. C. Cersosimo.  Orlando.  Jan /2018