Astronomía en Mesoamérica
A partir del 2400 aC. un conglomerado de humanos ocupó un territorio que incluía el sureste de México y el norte de América Central; abarcó toda la península de Yucatán, los territorios que hoy pertenecen a Guatemala y Belice, así como la porción occidental de Honduras y El Salvador. La mayor parte de la península se compone de una vasta planicie con pocas colinas y una zona costera generalmente baja. Los habitantes de estos territorios de mesoamerica desarrollaron la cultura Olmeca, cuyo máximo esplendor fue hacia el 1200 aC. De estos surge una de las civilizaciones mas prominentes de America; los Mayas. Sus ciudades fueron Uxmal, Palenque y Chichend-Itzá en la península de Yucatan, y la ciudad de Copán en Honduras.
Según los hallazgos los mayas habrían comenzado entre los años 2000 y 1500 aC. y finalizado en el 300 dC. Asentados en la península de Yucatán bajo la influencia de la civilización Olmeca, fundaron sociedades, centro urbanos y comenzaron con las prácticas culturales y religiosas que después se integrarían a los grupos mesoamericanos que les precedieron.
La época de mayor grandeza de la civilización maya comprende los seis siglos desde el 300 al 900 dC. Primero estuvieron ubicados en la región de El Petén, donde se encontraban las ciudades de Uaxactún y Tikal. Luego iniciaron su expansión territorial, apareciendo nuevos núcleos urbanos, entre ellos Palenque, Piedras Negras, Copán, Uxmal, Bonampak y Sayil. Todas estas ciudades alcanzaron su máximo esplendor entre el 600 y 850 dC.
La población maya dejo un legado importante en astronomía basada en las observaciones a ojo desnudo. Construyeron sitios de referencia que se alinea con la salida del Sol en el solsticio de verano y la puesta del Sol en el solsticio de invierno. Hicieron determinaciones precisas de los solsticios y los equinoccios.
Casi todos sus templos poseen alineaciones de carácter astronómico. En Chichén Itzá, las pirámides y templos se encuentran alineados con las posiciones del Sol el 21 de marzo (Equinoccio Vernal).
Un templo en especial, dedicado a Kukulcán (la serpiente) produce un efecto visual los días de Equinoccio. En el instante del ocaso del Sol, sobre la escalinata principal se produce un juego de luz y sombra que asemejan a una serpiente descendiendo escaleras abajo, en clara alusión al descenso a la Tierra de la gigantesca serpiente.
Las latitudes terrestres de la región de los Mayas, el Sol, en su recorrido anual por la esfera celeste pasa en dos ocasiones por el Cenit. Esta situación permitió que se desarrollasen observaciones muy exactas del movimiento solar, que quedaron registradas en las orientaciones de sus edificios más importantes. En los trópicos, el Sol pasa directamente sobre la cabeza dos veces al año. Muchas estructuras conocidas en los templos mayas fueron construidas para observar el Sol en el momento que pasa por el cenit.
El complemento para su calendario lo constituyó la Luna. Sus observaciones les permitió establecer el período sinódico de la Luna de 29,5 días, situación que resolvieron alternando en su calendario lunaciones de 29 y 30 días. Además de éstos, los mayas también desarrollaron el calendario de Cuenta Larga para dar fecha cronológica a eventos mitológicos e históricos.
Los antiguos mayas desarrollaron uno de los sistemas de calendarios más exactos en la historia de la humanidad. Registraron varios ciclos astronómicos que los volcaron en un calendario muy sofisticado.
Tenían un calendario de ciclo muy largo, conocido como de “Cuenta Larga” cuyo ciclo dura 1.872.00 días, o 5.125,366 años. Este daba fechas de ceremonias religiosas y comunitarias. Este es uno de los ciclos más largos que se encuentran en el sistema de calendario maya. Consta de 13 baktún, que es la unidad más larga del sistema calendario maya conocido como cuenta larga. Equivale a 144.000 días, aproximadamente unos 394 años, y terminó en el solsticio de invierno, el 21 de diciembre de 2012.
En esta fecha el solsticio de invierno, debido a la precesión, se situó en la Vía Láctea. Este fenómeno registrado por los Mayas es testimonio de la capacidad que tuvieron para registrar e interpretar los ciclos y fenómenos astronómicos.
El conocimiento de las posiciones de la Luna y el Sol fueron tan impresionantes que desarrollaron un calendario de eclipses, caso único en los pueblos indígenas.
Han prestado atención especial al planeta Venus, que para los Mayas constituyó un objeto astronómico de gran interés. Determinaron cuidadosamente el Levantamiento Helíaco (salida del astro) por las mañanas y le ofrendaron sacrificios humanos.
Las tablas que marcan la posición de Venus durante todo el año se registran en antiguos libros mayas llamados códices y en monumentos a lo largo de los reinos mayas. Venus también parece haber influido en la arquitectura de la ciudad Uxmal en la parte noroeste de Yucatán, México. Anthony Aveni cree que la residencia real llamada "Casa del Gobernador" fue diseñada teniendo en cuenta la observación de Venus. Los símbolos de Venus decoran su fachada y desde su puerta central, un observador todavía puede ver al planeta alinearse con monumentos a lo largo del sitio que marcan los extremos norte y sur de la migración de Venus a lo largo del horizonte durante todo el año.
Una particularidad novedosa de la astronomía maya es la veneración de la Vía Láctea. Las nubes estrelladas que forman la Vía Láctea fueron vistas como el lugar de donde proviene toda la vida, creían ver un árbol majestuoso, como la Ceiba, al que llamaban árbol del Mundo. Cerca de la constelación de Sagitario, donde se proyecta el centro de nuestra galaxia, cruza la eclíptica, el camino del Sol en la esfera celeste. El Árbol del Mundo estaba erecto cuando Sagitario estaba muy por encima del horizonte. En este momento, la Vía Láctea se elevó desde el horizonte y subió por encima hacia el Norte.
Situados al norte de ecuador, durante la época invernal, la Vía Láctea domina el cielo, se lo llamó la "serpiente deshuesada blanca". También encontraron que cuando Sagitario está por encima del horizonte, la Vía Láctea cruza el meridiano; en ese momento es cuando El Árbol del Mundo se encuentra en su cenit.
Durante los meses de verano, la Via Láctea no es tan brillante, pero aun visible a los observadores. Aquí, la Eclíptica cruza la Vía Láctea nuevamente, cerca de la constelación de Géminis, que era la ubicación aproximada del Sol durante el Solsticio de Verano.
La eclíptica, el camino del Sol entre las estrellas fijas, fue objeto de estudio y la representaron como una barra que cruza el eje mayor del árbol del mundo, formando una forma similar a la cruz. Aquí pueden encontrarse la Luna y los planetas. Las constelaciones en la ecléctica también se llaman el zodiaco. No se sabe mucho de las constelaciones de los mayas, pero sabemos que hay un escorpión, que coincide en parte con el Escorpion de occidente. Otras constelaciones fueron el jaguar y la serpiente. Las Pléyades fueron asignadas como la cola de la serpiente de cascabel y se llama “Tz’ab”.
Figura 1: Area de la región Maya en Centroamérica. Los puntos señalan sitios clásicos. Los cuadrados señalan los sitios posclásicos. https://es.wikipedia.org/wiki/Mayab.